lunes, 13 de junio de 2011

Dallas Mavericks, campeón de NBA

Un premio a la veteranía, a la seriedad y al trabajo colectivo. Así se resume el triunfo de los Dallas Mavericks en la final de la NBA (4-2). Cinco años después de perder el anillo ante el mismo rival, el equipo texano se tomó la revancha y arrebató la gloria a los Miami Heat, un proyecto fallido que en el sexto partido de la serie final (105-95) mostró todos los defectos de los equipos construidos con un evidente desequilibrio debido al excesivo peso de dos o tres jugadores.

Triunfó la veteranía de Dirk Nowitzki (a punto de cumplir 33 años y 13 temporadas en la NBA), Jason Kidd (38 años y 16 como profesional) y Jason Terry (33 años y 11 temporadas en la mejor liga del mundo). Triunfó la planificación de un equipo conjuntado y solidario en el esfuerzo, en el que todos los jugadores cuentan y, además, asumen su responsabilidad. Y triunfó la humildad frente al divismo de unos deportistas que incluso se atreven a burlarse del rival. Lo hicieron LeBron James y Dwyane Wade, al bromear sobre la enfermedad que sufrió Nowitzki en el cuarto partido de la final. Son los primeros que tendrían que callar y ahora deberán rendir cuentas.

El sexto y definitivo partido sacó a relucir todas las virtudes de los 'Mavs'. Anotaron todos los jugadores convocados, nueve, y los suplentes sumaron 43 puntos, casi la mitad del equipo. Nunca perdieron la fe en la victoria y trabajaron con ese objetivo común. El mejor ejemplo de esa confianza en sí mismos es Nowitzki. El alemán se repuso a una nefasta primera parte en la que sólo anotó tres puntos debido a un penoso porcentaje de acierto en tiros de campo. A pesar de fallar seis triples y 18 lanzamientos de dos puntos, Nowitzki nunca bajó los brazos. Todo lo contrario, persistió en el intento y recondujo la situación en los dos últimos cuartos hasta convertirse en el hombre determinante que suele ser. Anotó 10 puntos en el último periodo.

La antítesis de Nowitzki fue LeBron James. El '6' de los Heat, considerado uno de los tres mejores de la NBA, dos veces elegido mejor jugador (MVP) de la temporada regular, ofreció una imagen indigna como consecuencia de su monumental colapso mental. Tras un arranque fulgurante en los primeros minutos del encuentro que hacía creer en su resurgimiento tras dos partidos penosos, el ex jugador de Cleveland desertó de la pelea, se borró como la nieve en un día de verano y regaló el triunfo a los 'Mavs'. Provoca vergüenza ajena e indignación ver al conocido como 'King' quitarse el balón de encima como una patata caliente. Lo hizo en varias ocasiones, estando en franca situación de tiro, sin jugadores que lo defendieran y cuando más lo necesitaba su equipo.

Está por ver si los seguidores de LeBron le perdonarán semejante actitud justo el día en que tenía que dar la réplica, responder a las críticas por sus últimas actuaciones. Algún día se sentará a revisar el partido frente al televisor y descubrirá viendo jugar a Nowitzki que incluso en los peores momentos hay que seguir peleando. El alemán ha conseguido algo que LeBron no ha logrado aún y que muy pocos jugadores consiguen: consagrarse con un campeonato. El baloncesto ha hecho justicia con un deportista formidable que siempre se había quedado a las puertas de los grandes títulos. Le ocurrió en el Mundial de Indianápolis 2002, en el Eurobasket de 2005 y en la final de la NBA de 2006.

De los Dallas Mavericks que perdieron la final hace cinco años sólo quedan dos jugadores: Nowitzki y Terry. Ambos fueron los mejores de esta serie contra Miami, como si la motivación fuese aún mayor para ellos. El alemán ha promediado 27 puntos por partido, que fueron los mismos que anotó Terry en el sexto encuentro. El hábil escolta de 33 años, elegido el mejor sexto hombre de la temporada 2008/09, ha vuelto a ser el as en la manga de su equipo, el arma secreta de Dallas. Su rapidez en armar el tiro y su excelente puntería desde cualquier posición destrozaron a Miami en los dos primeros cuartos. Fue el artífice de la asombrosa remontada al final del primer cuarto y el principio del segundo, cuando Dallas se colocó con una ventaja de 12 puntos (40-28) después de un demoledor parcial de 19-8. Terry lideró a los 'Mavs' durante el tiempo que Nowitzki se estrellaba contra el aro una y otra vez. En los últimos minutos el alemán ya había superado su transitorio atasco mental y fue directo hacia el anillo.

El puertorriqueño José Juan Barea, con 15 puntos y cinco asistencias, fue otro de los jugadores destacados de Dallas. Uno de los jugadores más bajitos de la NBA (183 centímetros) ha conseguido una proeza que lo consolida, a sus 26 años, como uno de los mejores bases de la competición. Jason Kidd ya tiene sucesor.

Ficha técnica
95 - Miami Heat (27+24+21+23): Wade (17), Chalmers (18), Anthony (-), Bosh (19), James (21) -cinco inicial-, Howard (-), House (9), Miller (-) y Haslem (11).

105 - Dallas Mavericks (32+21+28+24): Kidd (9), Barea (15), Chandler (5), Marion (12), Nowitzki (21) -cinco inicial-, Terry (27), Cardinal (3), Stevenson (9) y Mahinmi (4).

Árbitros: Steve Javie, Derrick Stafford, Scott Foster. Señalaron faltas técnicas a Haslem, Chalmers y Wade, del Heat, y a Stevenson, de los Mavericks. No hubo eliminados por personales.

Incidencias: Sexto partido de las Finales del baloncesto profesional de la NBA que se disputó en el American Airlines Arena, de Miami, ante 20.003 espectadores.

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